El mal tiempo, un factor desatendido

Esta demanda de información, sumada al aumento de los siniestros y al incremento de los desplazamientos durante las fiestas navideñas (unos quince millones) ha puesto en marcha diversos operativos de seguridad y campañas de orientación dirigidas a quienes utilizan el coche en condiciones climatológicas adversas. Instituciones y empresas relacionadas con el mundo del motor, como la DGT, el Real Automóvil Club de España (RACE), los fabricantes de automóviles y las empresas de seguros, recomiendan extremar las precauciones durante la conducción como en los preparativos del viaje. La primera regla es muy clara: si no es posible quedarse en casa hasta que el tiempo mejore, es preciso atender cada detalle, como prever el recorrido con antelación, consultar el estado de las car
Normas básicas
Muchas medidas de seguridad y prevención (como respetar los límites de velocidad o mantener el coche en buen estado) son comunes y deben recordarse siempre. Sin embargo, las diversas manifestaciones del clima ocasionan distintos problemas al conductor y exigen, por tanto, diferentes maneras de actuar.- Hielo. Para desplazarse en coche cuando hay hielo en el pavimento, es fundamental utilizar neumáticos especiales, cadenas o clavos en las ruedas. Hay que viajar con las luces de corto alcance y las de niebla encendidas, poner anticongelante en el depósito de los limpiaparabrisas y verificar que funcionen bien. Para eliminar el vaho interior por la diferencia de temperatura, se aconseja orientar la ventilación hacia el parabrisas. En el momento de conducir, se recomienda aumentar la distancia de seguridad hasta diez veces con respecto a la convencional, reducir la velocidad (sobre todo en puentes, umbrías o cerca de arroyos y cursos de agua) y frenar suave, ya que el nivel de adherencia del pavimento puede ser nulo.
- Nieve. Al igual que en caso de hielo, es imprescindible llevar siempre un juego de cadenas en el maletero. Se debe viajar con las luces de corto alcance y las de niebla, llenar el depósito del limpiaparabrisas con anticongelante y eliminar el vaho interior para favorecer la visibilidad. La DGT recomienda comprobar la eficacia de los frenos con frecuencia y no utilizarlos con brusquedad para evitar deslizamientos. Es importante aumentar la distancia de seguridad y reducir la velocidad a 60 kilómetros por hora.
- Viento. También hay que reducir la velocidad y sujetar el volante con firmeza para no perder el control del coche. Los movimientos deben ser suaves en todo momento y hay que tener mucha precaución al adelantar a otros vehículos y al salir de los túneles y las zonas protegidas. Mantener la aceleración del motor ayuda a conservar la trayectoria y, en este aspecto, es muy útil fijarse en la dirección del viento a través de los árboles o la vegetación que crece cerca de la calzada.
- Lluvia. El buen estado de los neumáticos es fundamental. Antes de viajar, es preciso comprobar que la presión sea correcta y que el dibujo tenga la profundidad adecuada para evacuar el agua y optimizar la adherencia. Como en el caso de la nieve y el hielo, se recomienda utilizar las luces de corto alcance, comprobar el funcionamiento del limpiaparabrisas y el estado de las escobillas. El vaho del interior se elimina con la ventilación. En cuanto a la conducción, se recomienda reducir la velocidad en un 20% como mínimo, aumentar la distancia de seguridad al doble, comprobar la eficacia de los frenos con regularidad y frenar con suavidad, a pedaladas cortas, para no bloquear la dirección. También hay que tener cuidado con las primeras gotas: aunque parezcan inofensivas, no lo son, ya que propician un firme deslizante al mezclarse con el polvo y la grasa de la calzada.
- Niebla. En este escenario, la prioridad es ver y ser visto. Para ello, es imprescindible encender las luces de corto alcance y las de niebla, pero nunca las largas, puesto que se reflejan en la niebla y, por el efecto rebote, deslumbran al conductor. Los neumáticos son muy importantes y deben tener la presión y el dibujo adecuados. No sólo es importante reducir la velocidad, sino mantenerla constante. No se debe acelerar y, al frenar, hay que hacerlo con suavidad. La distancia de seguridad también debe ser mayor que en condiciones normales para evitar las colisiones y los accidentes en cadena. Si la visibilidad es muy mala, las marcas viales servirán de ayuda y de guía.
Detenerse. Si no se puede continuar el viaje debido a una fuerte nevada, hay que aparcar y dejar vía libre a las máquinas quitanieves, apagar el motor y no abandonar el vehículo si no hay un refugio cerca. Cuando se aparca en zonas donde hay riesgo de heladas, siempre hay que prever la congelación de las pastillas de freno y es recomendable levantar los limpiaparabrisas, porque el peso de la nieve puede estropear los ejes. Si se sufre un accidente o se observa uno, el RACE sugiere recordar la conducta PAS: prevenir nuevos riesgos, avisar a las emergencias y socorrer a los heridos en casos de extrema gravedad. Mientras se espera a la asistencia profesional, hay que mantenerse en una zona segura.
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